Chet Van Duzer
Lazarus Project, University of Rochester, Estados Unidos | GEOPAM
La afirmación de que existe una estrecha relación entre los mapas y el poder político se ha convertido en un axioma de la historia de la cartografía en las últimas décadas. Por ejemplo, John Bryan Harley y David Woodward escribieron que los mapas son “armas intelectuales especializadas mediante las cuales se puede ganar, administrar, legitimar y codificar el poder”,[1] y Harley, en su famoso ensayo “Mapas, conocimiento y poder” escribe que los mapas “facilitan la conducción técnica de la guerra, pero también aminoran el sentido de culpa que surge de su conducción: las líneas silenciosas del paisaje de papel fomentan la noción de un espacio socialmente vacío”.[2] De hecho, Yves Lacoste afirmó antes en el título de su libro La géographie, ça sert, d’abord, à faire la guerre (París: F. Maspero, 1976), que “la geografía existe, antes que nada, para hacer la guerra”.
Napoleón Bonaparte (1769-1821) fue uno de los más grandes líderes militares de la historia, y Carl von Clausewitz lo llamó “el mismo Dios de la Guerra”,[3] pero de alguna manera se ha prestado poca atención a su potente interés por los mapas como herramientas útiles para lograr el éxito en las contiendas.[4] En esta breve contribución, presentaré algunas citas que muestran la obsesión del emperador por los grandes mapas, la cual llegó a tal punto que le gustaba acostarse sobre ellos y estudiar los detalles de los futuros campos de batalla durante horas; y también examinaré el uso de mapas y globos para simbolizar sus las ambiciones territoriales.
En 1808, Napoleón ordenó la producción de la Carte militaire de l’Allemagne a una escala de 1:100,000. Este mapa manuscrito se completó en julio de 1809 y se llamó La carte de l’Empereur.[5] El coronel Henri Berthaut nos informa que el mapa constaba de 420 hojas grandes que, al ensamblarse, medían 168 metros cuadrados (1,808 pies cuadrados), el tamaño de una cancha de vóleibol.[6]. Napoleón rechazó el mapa debido a sus inexactitudes, pero, no obstante, lo llevó consigo en su campaña a Rusia, y este ejemplar cayó en manos rusas durante la caótica y desastrosa retirada francesa de ese país en 1812. Se desconoce el paradero del original, pero de 1822 a 1830, el estado mayor prusiano realizó una copia del mapa que se conserva en la Staatsbibliothek zu Berlin.[7] La copia consta de 254 hojas (Fig. 1), que, ensambladas, llegarían a medir 8.8 x 7.3 metros. Aproximadamente lo mismo que una sala de clases.
Figura 1. Mapa índice de las 254 hojas de la Carte militaire de l’Allemagne, de una copia realizada entre 1822 y 1830. Staatsbibliothek zu Berlin, Preussischer Kulturbesitz, Kart. F 6278.
Napoleón había demostrado su amor por los mapas grandes al principio de su carrera. Ernst Otto Innocenz Odeleben en su libro Mit Napoleon im Felde 1813 escribe:
Si Napoleón se quedaba en el vivac con las tropas, se montaba inmediatamente uno adyacente para su gabinete, justo al lado de su propia tienda, meticulosamente organizado en cada oportunidad. En el centro de la sala había una gran mesa sobre la cual se extendía el mejor mapa del teatro de guerra. En Sajonia, este era el mapa de Petri, pues Napoleón se habituó a él en el año 1806 y lo tenía en alta estima. Por lo general, se trataba del mismo ejemplar del mapa, ya bien orientado antes de entrar en la tienda y adornado con alfileres de puntas coloridas, clavados por todas partes para marcar las posiciones de los diversos cuerpos del ejército y del enemigo. De esta tarea se ocupaba el director de su Bureau topographique, quien tenía que trabajar casi incesantemente con él y estaba más familiarizado con las posiciones. Si este mapa no estaba listo, tenía que traerse inmediatamente tras la llegada de Napoleón, pues este era su hogar portátil, pareciéndole más querido que otras necesidades de la vida. En la noche el mapa estaba iluminado por quizás 20 a 30 luces, con una brújula colocada en el centro. Cuando montaba a caballo, su gran maestre de Cuadra, Ecuyer Caulaincourt, llevaba la hoja imprescindible del mapa fijada en su pecho, porque, estando siempre más cerca de Napoleón, podía ofrecérsela cuando este dijera: “La Carte!”[8]
La afirmación de Odeleben de que el mapa, cuidadosamente organizado, iluminado y actualizado, “era su hogar portátil, pareciéndole más querido que otras necesidades de la vida”, es realmente muy reveladora.
Jacques de Norvins en sus Souvenirs d’un historien de Napoléon informa que justo antes de la Batalla de Heilsberg (ahora Lidzbark Warmiński en Polonia), el 10 de junio de 1807:
Arribado al gran altiplano que coronaba la altura, el Emperador detuvo su caballo y saltó al suelo, diciendo: “Berthier, mis mapas”. Inmediatamente, este hizo una señal al ordenanza del estado mayor que llevaba la cartera de mapas, abrió la caja y se la entregó al Jefe de Estado Mayor, quien, sin sombrero -como Berthier-, extendió un mapa inmenso en el césped. Sobre este, el Emperador avanzó, poniéndose primero de rodillas, inclinándose luego sobre sus manos y, finalmente, tumbándose cuan largo era y usando un pequeño lápiz para marcarlo. En esta posición permaneció durante media hora, en profundo silencio. Frente a él, esperando una señal o una orden, estaban inmóviles los dos grandes dignatarios, con las cabezas descubiertas a pesar del sol abrasador del verano del norte.[9]
Una pintura de Emanuel Bachrach-Barée (1863-1943) de Napoleon Before the Battle of Jena, que tuvo lugar el 14 de octubre de 1806, muestra una escena similar: Napoleón extendido sobre un mapa que se ha colocado en el suelo, estudiando sus detalles (Fig. 2).
Figura 2. Postal de una pintura de Emanuel Bachrach-Barée (1863-1943) de Napoleon Before the Battle of Jena, que tuvo lugar el 14 de octubre de 1806. Colección del autor.
Jean-Jacques Scherrer (1855-1916) pintó otra parecida para el Salón de los artistas franceses en 1907. Titulada Napoléon à Brünn, en Moravie, representa al emperador en Brno (República Checa) entre el 20 y 28 de noviembre de 1805, preparando la Batalla de Austerlitz (2 de diciembre de 1805), cuando su ejército derrotó al ejército de la Tercera Coalición (Austria, Rusia, Gran Bretaña y Suecia): de nuevo, Napoleón yace sobre el mapa, para estudiarlo mejor (Fig. 3). Este método inusual de comprometerse con los detalles de un mapa demuestra claramente el valor que le asignaba a sostener el compromiso más estrecho posible con los detalles cartográficos del campo de batalla.
Figura 3. Postal de la pintura de Jean-Jacques Scherrer, Napoléon à Brünn, en Moravie, que Scherrer pintó para el Salon des artistes français en 1907. Colección del autor. La pieza
muestra al emperador preparándose para la Batalla de Austerlitz (2 de diciembre de 1805).
Además del uso que Napoleón hacía de los mapas para estudiar los campos de batalla, los artistas también los utilizaban para conmemorar sus éxitos militares y reflexionar sobre sus ambiciones. Una caricatura política de Jean Pierre, titulada Le Triomphe des Armées françaises, impresa en 1797, celebra los éxitos militares franceses durante la Guerra de la Primera Coalición (Fig. 4).[10] A la izquierda hay un obelisco triunfante grabado con los nombres de los generales franceses victoriosos; a la derecha del obelisco, el general Lazare Hoche (1768-1797) sostiene un mapa de Quiberon en Bretaña, donde había repelido un intento de desembarco contrarrevolucionario de la Real Marina Británica en julio de 1795. A la derecha está el general Jean-Charles Pichegru (1761-1804), quien había comandado una fuerza francesa que invadió Bélgica y los Países Bajos y luego luchó en el frente del Rin; junto a él está el general Victor Marie Moreau (1763-1813), quien ayudó a Napoleón a ascender al poder y ganó fama en la Batalla de Tourcoing en 1794. Al año siguiente se le dio el mando del Ejército del Rin y del Mosela. Moreau sostiene una parte de un mapa de Europa, basado en uno de Jean Baptiste Poirson (1761-1831)[11], cuidadosamente enrollando la esquina para cubrir y oscurecer las Islas Británicas. El mapa muestra las partes de Europa donde él y Pichegru lograron sus victorias militares. Más a la derecha, apartado de los otros tres generales y mirándolos, Napoleón sostiene la parte del mapa que muestra las tierras donde había salido victorioso, especialmente el norte de Italia; y el texto debajo del mapa se dirige a él, diciendo::
Y tú, joven héroe, el año pasado contaste 14 batallas y 60 combates sin una sola derrota. Este año todos tus pasos han sido victorias; has llevado las armas francesas a donde nunca antes habían penetrado. A las puertas de Roma, diste la paz a Italia; a las puertas de Viena, se la diste a Europa.[12]
Más a la derecha, en la parte relativamente intacta del mapa, los territorios restantes de los Habsburgo están en las garras de un águila que sostiene un sable roto, señalando claramente la debilidad de los Habsburgo. Napoleón domina la escena, y su ubicación en la ruptura del mapa de Europa enfatiza su influencia disruptiva.
Figura 4. Jean Pierre, Le Triomphe des Armées françaises (Paris, 1797). Getty Research Institute, Prints Collection, P980009* (bx.10,f.5). Cortesía de Getty Research Institute. http://hdl.handle.net/10020/p980009b10f5.
El 27 de marzo de 1802, el Tratado de Amiens trajo una paz frágil a las guerras napoleónicas, situación que el emperador utilizó para consolidar su control en los territorios que había conquistado, lo que generó nuevas preocupaciones a Gran Bretaña sobre sus futuras ambiciones. En 1803, Piercy Roberts (activo de 1791 a 1805) publicó una estampa titulada A Stoppage to a Stride over the Globe (Un freno a un avance en el mundo) que reflejaba estas preocupaciones (Fig. 5).[13] La pieza muestra a Napoleón sentado, audaz y confiadamente, a horcajadas sobre el globo; pero se trata de un globo distorsionado para enfocarse en Europa, donde este abarca con sus piernas desde Suiza hasta Italia. Napoleón porta un gran sable en la mano, mira hacia abajo a un pequeño personaje que aparece junto a su pie y le dice: “Ah, ¿quién se atreve a interrumpirme en mi progreso?” El hombrecito, John Bull, personificación de Gran Bretaña, mucho menor que Napoleón, está sobre una isla llamada Old England, blandiendo su propio sable contra aquel, mientras responde: “Pues soy yo, el pequeño Johnny Bull, protegiendo un pequeño lugar en el que pongo mi mano, y maldito sea si avanzas más, eso es todo”. La caricatura enfatiza paradójicamente el poder de Gran Bretaña al representarla como la pequeña nación capaz de detener a Napoleón a pesar de su enorme tamaño.
Figura 5. Piercy Roberts, A Stoppage to a Stride over the Globe, impresa por primera vez en 1803. Ejemplar de G. M. Woodward, Caricature Magazine, or Hudibrastic Mirror (Londres: Thomas Tegg, 1808), vol. 4, hoja 82. Yale University, Lewis Walpole Library, Folio 75 W87 807 v.4. https://collections.library.yale.edu/catalog/16192427.
En 1805, James Gillray (1756-1815) diseñó una de las mejores caricaturas políticas jamás publicadas, que involucra a Napoleón y un globo terráqueo. La estampa se titula The Plumb-Pudding in Danger: - or - State Epicures Taking un Petit Souper – ‘the Great Globe Itself, and All which it Inherit,’ is Too Small to Satisfy Such Insatiable Appetites (El pudín de plomo en peligro: - o - los epicúreos estatales tomando un Petit Souper: ‘el gran globo en sí y todo lo que hereda’ es demasiado pequeño para satisfacer esos apetitos insaciables) (Londres: H. Humphrey, 1806). La imagen muestra a Napoleón enfrentándose al estadista británico William Pitt (1759-1806) a través de una mesa (Fig. 6).[14] Entre ellos hay un humeante pudín de ciruela en forma de globo terráqueo, que ambos están cortando. Mientras mira nerviosamente a Napoleón, Pitt corta para sí mismo (y para Gran Bretaña) el Atlántico al oeste de las Islas Británicas, y particularmente las Indias Occidentales, mientras que Napoleón, concentrado en su porción más que en Pitt, corta para sí mismo —con un sable en lugar de un cuchillo— toda Europa desde los Países Bajos y Francia hacia el sur hasta el Mediterráneo.[15] La intensa concentración de Napoleón, evidente tanto en su postura como en el particular uso que da a su sable, comunican claramente su poderosa ambición territorial.
Figura 6. James Gillray, The Plumb-Pudding in Danger: - or - State Epicures Taking un Petit Souper – ‘the Great Globe Itself, and All which it Inherit,’ is Too Small to Satisfy Such Insatiable Appetites (Londres: H. Humphrey, 1805). Colección PJ Mode, 1032.01. Cortesía de la Colección PJ Mode. https://digital.library.cornell.edu/catalog/ss:3293761.
En la Batalla de Leipzig en octubre de 1813, los ejércitos de la Coalición derrotaron decisivamente a la Grande Armée de Napoleón, quien se vio obligado a retirarse al oeste del Rin, y entonces las fuerzas de la Coalición invadieron Francia. Una estampa anónima alemana de 1814 titulada Das Lied vom Ende (La canción del fin) (Fig. 7)[16] muestra al ojo de Dios desde una pirámide en llamas, observando cómo el globo, con todos sus pueblos levantados en armas, rueda tras Napoleón, que huye hacia la izquierda, exclamando “Helft, die große Kugel erdrückt mich!” (Ayuda, ¡la enorme esfera me aplasta! ). El emperador está a punto de caer en una tumba abierta, donde, frente a él, aparece el símbolo roto de Francia en el suelo En el fondo hay una ciudad en llamas, aludiendo a la destrucción que causó, y en el primer plano, a la derecha, símbolos de muerte. La inversión es completa: ahora, en lugar de controlar mapas y globos terráqueos, Napoleón está siendo empujado a su tumba por uno de ellos.
Figura 7. Estampa anónima, Das Lied vom Ende, 1814. Universidad de Cornell, Album of German Caricatures against Napoleon I, 1813-15, #31, RMC2008_0889. https://digital.library.cornell.edu/catalog/ss:550967.
Notas
[1] J. B. Harley y David Woodward, “Concluding Remarks,” in J. B. Harley y David Woodward eds., The History of Cartography, vol. 1 (Chicago y Londres: University of Chicago Press, 1987), pp. 502-509, a 506.
[2] J. B. Harley, “Maps, Knowledge and Power,” in Denis Cosgrove and Stephen Daniels, eds., The Iconography of Landscape: Essays on the Symbolic Representation, Design and Use of Past Environments (Cambridge: Cambridge University Press, 1988), pp. 277-312, a 284.
[3] Carl von Clausewitz, On War, trad. Michael Howard y Peter Paret (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1976), Book 8, chap. 3A, p. 583.
[4] Para una discusión general sobre el uso de mapas por parte de Napoleón, véanse Anders Engberg-Pedersen, “Paper Empires: Military Cartography and the Management of Space”, en su libro Empire of Chance: The Napoleonic Wars and the Disorder of Things (Cambridge, MA, y Londres: Harvard University Press, 2015), pp. 146-183; y Jos Gabriëls, “Mapping Out Future Victories: Information Management by Napoleon’s Dépôt général de la Guerre, 1800-14”, European Review of History 26.2 (2019), pp. 258-283.
[5] Hanspeter Fischer, “Die Carte de l’Empereur (1808-1812) und die Carte militaire de l’Allemagne (1822-1830), 1:100 000,” Cartographica Helvetica 31 (2005), pp. 15-20.
[6] Colonel Henri Berthaut, “La carte de l’Empereur,” en su obra Les ingénieurs-géographes militaires, 1624-1831: Étude historique (Paris: Service Géographique de l’Armée, 1898-1902), vol. 2, pp. 71-124, esp. 122.
[7] Carte militaire de l’Allemagne, Staatsbibliothek zu Berlin, Preussischer Kulturbesitz, Kart. F 6278.
[8] Ernst Otto Innocenz Odeleben, Mit Napoleon im Felde 1813: eine treue Skizze des französischen Kaisers und seiner Umgebung (Leipzig: G. Wigand, 1910), pp. 127-128.
[9] Jacques de Norvins, Souvenirs d’un historien de Napoléon (Paris: Librarie Plon, 1896-97), vol. 3, p. 190. David G. Chandler cita este pasaje en The Campaigns of Napoleon (New York: Macmillan, 1966), p. 567.
[10] Sobre el impreso Le Triomphe des Armées françaises véase The History of Cartography, vol. 4, Cartography in the European Enlightenment, ed. Matthew H. Edney y Mary Sponberg Pedley (Chicago and London: University of Chicago Press, 2020), parte 1, p. 477.
[11] No se conserva ningún mapa de Poirson que tenga el mismo título y fecha (1797) que el mapa en el impreso, pero el modelo parece ser el de Poirson, titulado Carte de l’empire d’Allemagne distingué suivant l’étendue de tous les Etats, Principautés, et Souverainetés avec les Etats de Bohême, dressée d’après la carte de l’Académie Royale de Berlin, et d’après plusieurs autres; par H. Jaillot. Où se trouve la frontière du nord de la France, divisée en départemens et districts, suivant les décrets de l’Assemblée Nationale Constituante, aux années 1789, 1790 et 1791. Où toutes les routes sont tracées (París, 1792). Sobre Poirson, véase Daniel Bullot y Danielle Bullot, “Plans, cartes, globes terrestres et globes célestes, succès et désillusions dans la vie de Jean-Baptiste Poirson”, Bulletin de la Société d’Histoire et d’Archéologie de l’arrondissement de Provins 166 (2012), pp. 55-112.
[12] El original francés dice: Et toi, jeune héros, l’Année dernière tu comptais 14 Batailles et 6o Combats sans un seul revers. Cette année tous tes pas ont été des Victoires; tu as porté les armes françaises où elles ne pénétrèrent jamais. Aux portes de Rome tu as donné la paix à l’Italie; aux portes de Vienne tu la donnes à l’Europe.
[13] Sobre el impreso de Roberts véase F. G. Stephens y M. D. George, Catalogue of Political and Personal Satires Preserved in the Department of Prints and Drawings of the British Museum (Londres: British Museum, 1870-1954), vol. 9, p. 139, no. 9981; y Little Boney and John Bull: Napoleon and his Era in Caricatures and Prints (Londres: Bernard Quaritch Limited, 2015), no. 7.
[14] Sobre el impreso de Gillray véanse Thomas Wright y Joseph Grego, The Works of James Gillray, the Caricaturist; with the Story of His Life and Times (Londres: Chatto and Windus, 1873), pp. 316-317; Draper Hill, Fashionable Contrasts: Caricatures by James Gillray (Londres: Phaidon Press, 1966), cat. no. 39, p. 153; y Tim Clayton y Sheila O’Connell, Bonaparte and the British: Prints and Propaganda in the Age of Napoleon (Londres: British Museum Press, 2015) .
[15] En ese momento, Napoleón estaba amenazando con invadir Gran Bretaña usando las fuerzas que había acampado en Boulogne, pero no hay indicios de esta amenaza en la imagen de Gillray.
[16] Sobre este impreso anónimo véanse W.A. Coupe, German Political Satires from the Reformation to the Second World War (White Plains, NY: Kraus International Publications, 1985-1993), vol. 1, p. 293; Jérémie Benoit y Philippe Kaenel, Napoleon I in the Mirror of Caricature (Zurich: Verlag Neue Zürcher Zeitung, 1998), pp. 552-553; y Dagmar Burkhart, “Heldensturz: Deutsche, englische und russische Napoleon-Karikaturen zur Völkerschlacht von Leipzig: Visualisierung eines Desasters”, en Marina Dmitrieva y Lars Karl, eds., Das Jahr 1813, Ostmitteleuropa und Leipzig. Die Völkerschlacht als (trans)nationaler Erinnerungsort (Colonia: Böhlau Verlag, 2016), pp. 215-226.
Sobre el autor
Chet Van Duzer es miembro de la junta directiva del Lazarus Project en la Universidad de Rochester, que lleva la tecnología de imágenes multiespectrales a instituciones culturales de todo el mundo. Ha publicado extensamente sobre mapas medievales y renacentistas; entre sus libros recientes se encuentran Henricus Martellus’s World Map at Yale (c. 1491): Multispectral Imaging, Sources, and Influence, publicado por Springer en 2019, y Martin Waldseemüller’s Carta marina of 1516: Study and Transcription of the Long Legends, publicado por Springer en 2020. Su libro sobre cartelas cartográficas, titulado Frames that Speak: Cartouches on Early Modern Maps, fue publicado por Brill en acceso abierto en 2023 y está disponible aqui.
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