CALENDARIO HERBAL DE MALEZAS
- geopam
- 8 abr
- 3 Min. de lectura
Diente de león (Taraxacum officinale)

Ilustración de ©Sofía Carrère (IG: @chonflers).
Elaboración con gouache a partir de imágenes medievales.
Todos y todas tenemos el grato recuerdo de soplar un diente de león y ver sus semillas deslizarse por el aire como diminutos paracaídas. Esta planta cíclica pasa por su estadio de flor amarilla antes de engendrar semillas blancas voladoras y finalmente ser un tallo verde. Su flor es de un amarillo brillante, mientras que las semillas son de un blanco casi traslucido y sus hojas color verde oscuro. Seguramente conoces esta maleza tan querida, pero hay mucho sobre ella por descubrir.
Son pequeñas hierbas resilientes que se abren paso incluso entre las grietas del asfalto. Son viajeras prominentes, dada la ligereza de sus semillas, y es por ello que se propagaban de manera profusa entre parques, veredas y jardines.
Sobre ella, Emily Dickinson escribió:
El pálido tallo del diente de león
Asombra al pasto.
Y el invierno al instante se transforma
En un infinito “pobre de mí”
-el tallo sostiene un brote de señal
Y luego un grito en flor-
Por la proclamación de los soles
De que la sepultura pasó. [1]
Con este poema, se nos recuerda el estado cambiante del diente de león y sus diversas etapas. En todas ellas, la planta es comestible. Como siempre, recomendamos usarla en espacios limpios en los que no habiten perros o gatos que puedan elegirlas como baño. Se puede comer cruda en ensalada, ya que aporta vitaminas y minerales como el hierro y el calcio. Conviene recogerla a comienzos de primavera cuando está tierna.
Receta:
Los usos culinarios del diente de león son muy variados ya que pueden añadirse a cualquier ensalada con hojas verdes o como topping para una pizza. Nuestra receta favorita es la ensalada de diente de león y frutillas (fresas). Para ello necesitamos un bol de hojas de dientes de león tiernas y lavadas y unas diez fresas medianas. Estas las cortamos en mitades. Añadimos castañas de cajú o almendras para dar crocancia, y la aliñamos con una cucharadita de limón, sal y aceite de oliva. El resultado es una ensalada fresca y ácida, con un toquecito dulce; además es una excelente fuente de vitamina C, que ayuda a su vez a la absorción del hierro ofrecido por esta viajera.
Nota
[1] The Dandelion's pallid tube
Astonishes the Grass,
And Winter instantly becomes
An infinite Alas—
The tube uplifts a signal Bud
And then a shouting Flower,—
The Proclamation of the Suns
That sepulture is o'er.
Este u otros poemas pueden leerse en https://eliteskills.com/c/17720.
Ofrecemos la traducción de María José Riveros
Acerca de las jardineras
Este calendario herbal trepa las paredes, surge por las grietas y salpica las páginas de Canoa gracias a la colaboración que ideamos con Sofía Carrère y María José Riveros, editoras -o quizá más bien custodias- de la obra Advenas, hierbas migrantes (2022).

Sofía Carrère Riveros, invierno 1995
Escritora e investigadora. Licenciada en letras, también es máster en Creación Literaria y máster en Investigación en Arte y Diseño. Ha trabajado en proyectos de cultura y como profesora de idiomas. Su primera novela, Un cielo de juguete (2021), fue publicada por la editorial Zaíno en Colombia. Recientemente colaboró con uno de los relatos del proyecto antología Para quedarme aquí (2024) de la editorial Graviola. Actualmente vive en Barcelona con su gata Taiga. svcarrere@gmail.com

María José Riveros Valle, verano 1972
Gestora cultural y docente vagabunda. Sus dos hijos la ayudan a tener los pies en la tierra. Fascinada con la teoría del arte y las divagaciones sobre la belleza, eso mismo enseña a sus alumnos, y a veces los lleva al cerro a investigar qué pueden aprender ahí. Ha trabajado en museos y centros culturales, como curadora, crítica gastronómica, columnista e investigadora. @mjoseriverosva

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